Héroes: LA DESPEDIDA

martes, 18 de mayo de 2010
Cuanto tiempo sin actualizar... y que pena hacerlo bajo estas circunstancias. Los rumores venian creciendo y decidimos esperar hasta tener una confirmación certera, y la misma llegó ayer. Aquí, nuestro homenaje. Texto by Dynka, como siempre ;) y lo ilustra una imagen que, creemos, compendia todos estos años:


En el principio, solo hubo luz. Un universo abría sus alas para descubrir la génesis de una leyenda, que trascendería generaciones para engendrar villanos, como resultado de la eterna persecución en la que estos humanos convertidos en presas solo podían ser eternos fugitivos buscando la redención, la propia y la de su especie. Y se les prometió un mundo nuevo, un valiente mundo nuevo, ofrenda por la que un sector de la sociedad en aumento mantenía en vilo su lucha por la aceptación.

El 25 de septiembre del 2006 se estrenaba Héroes, su mundo era una pizarra en blanco para ser escrita en ella la historia, para abarrotarse de la admiración de lo extraordinario. Esta serie sufrió el defecto de ser mal comprendida y erróneamente catalogada: se lo encasilló como un show sci fi, cuando en realidad era un drama que abordaba conflictos humanos en el ámbito de lo sobrenatural, y, frente a series de ciencia ficción potentes, perdió terreno. Muchos de quienes la veían esperaban encontrar en ella un cuartel de superhéroes que, a capa y spandex, desde la superioridad física e intelectual que le conferían las cualidades y destrezas que ostentaban, utilizaban estos super-poderes para detener al mal de mil maneras inusitadas y siempre vistosas. Pocos entendieron que en realidad se centraba en las reacciones e interacciones de los individuos ante lo desconocido, el rechazo social, la senda del autoconocimiento. Pero ya desde la primer temporada hubo quienes comprendieron que en realidad no se trataba de ver explotar hombres-bomba, sino de cómo podemos hacer cada uno desde su lugar, para impedirlo.

No todos se avocaron a la ardua tarea de abrazar la esencia que empezaba a aflorar en momentos no demasiado oportunos de sus vidas. Algunos no volaron directamente hacia el lugar del peligro, sino que rehusaron su condición hasta las últimas consecuencias. Hubo quienes deseaban sentir dolor, ver correr su sangre, sufrir con el flagelo físico, para minimizarlo a contraluz de los males del alma, para recordar que aún eran humanos. Pero, inevitablemente, su carne se regeneraba. Otros armarían una revolución, para detener la creciente jerarquización social de quienes dominan en la sociedad, levantándose desde sus tinieblas contra aquellos que les impusieran desde antaño las formas de subsistir en condiciones de inferioridad, para demostrar que la vida no siempre es un carnaval.

La serie tenía una suerte de protagonista, un muchacho con todas las potencialidades para triunfar en la vida, que sin embargo se condenaba inexorablemente al fracaso. Se desligaba de sus propios problemas, porque le era simplemente más sencillo resolver los ajenos; era un hombre para quien “salvarlos a todos” sería siempre la mejor opción, la evasiva mejor fundamentada, en una extraña mezcla de ética y fanatismo ofuscado que justificaban su negación a crecer como persona, el relego de tomar las riendas de su propia vida. Tal vez por vivir a la sombra del eclipse que casi involuntariamente causaba su hermano mayor, el verdadero centro de atención de la familia, un líder nato dispuesto a irradiar toda su luz, pero visiblemente más cerca de corromperse por la bajeza humana, él siempre oscilaba entre el egoísmo más vil y ruin y la salvación moral constante, era el niño criado a imagen y semejanza de sus no menos conflictivos padres. Su madre, fundadora en su adolescencia de la compañía que no dejaría de seguir incansablemente sus rastros, los de todos ellos, alrededor del mundo y hasta cualquier límite. Formó parte, en los ’60, de un campamento que acabó en una suerte de campo de concentración, que intentaba comprender y dar explicación lógica a los eventos aparentemente aislados que aterraron a la comunidad. La semilla del genocidio estaba plantada desde entonces, pero no podemos decir que ese haya sido el verdadero comienzo de la historia, cuando sabemos que el primer paso del perfeccionamiento natural de la especie, en la travesía orientada a los fines de aplicar la evolución del hombre a los nuevos hechos fehacientes, fue dado al menos 400 años atrás, con la encarnación real de un verdadero mito de heroicidad, o simplemente, la manifestación de una fábula engrandecida por la megalomanía humana. Y en esta ficción no dejarán de aparecer sectores que creerán conveniente una solución final para devolver a la humanidad a sus términos más “normales”, haciendo que muchos se cuestionen una y otra vez la importancia de lo que apenas representaría un 0.07% de la población mundial, y la eternamente moldeable definición de “bien mayor”. Claro que nada de esto pretendía ser sugerido a la ligera…

Mientras tanto, del otro lado de la pantalla, un número de espectadores se aburría de los vaivenes éticos que nucleaban la serie, esperando que, de una vez por todas, algún episodio estalle en efectos especiales, luchas épicas que dejen de lado cualquier interacción que no amenace con rompen en mil pedazos la pantalla de los televisores.
La heroicidad estereotípica de caricatura que ellos esperaban encontrar se vio, para colmo de males, parodiada en la figura de un hombrecito japonés y su “sideback “, dos personajes que se burlaban de los convencionalismos tratando desopilantemente de encajar en ellos, enarbolando además, y ante todo, la bandera del renunciamiento personal y la devoción que creían necesaria para salvar a un mundo que jamás daría cuenta de tales sacrificios.

En esta, la dimensión paralela creada por Tim Kring, siempre se evitaron los absolutismos. Aquello que no podía predecirse era el camino que cada ser elija tomar, la voluntad de su conciencia libre y a la vez sujeta a obedecer al grito interior de su alma. Las oscilaciones no serán dubitaciones provocadas por la falta de definición determinante del carácter individual, sino manifestaciones de la compleja psiquis humana, del entrecruzamiento de intereses e imperativos categóricos, un reflejo de lo axiológico encarnado en el plano de la realidad salvaje que los hombres y mujeres deben enfrentar, el purgatorio terrenal al que se nos ha condenado. Las opciones se presentan naturalmente, aprender de lo vivido o no, pero en última instancia eso dependerá de una decisión personal de cada agente, sin constituir una regla monótona que todos deben acatar por igual.

Una sucesión de pésimas decisiones productivas, dispuestas por la cadena que la distribuye, han llevado al show a este abismo en el cual no es redituable, aunque sí lo suficientemente popular como para que millones de fanáticos alrededor del mundo se hayan organizado para impedir lo que no pudimos evitar: que todos nosotros paguemos el precio que los altos directivos quisieron hacernos pagar despojándonos de un show cuyo camino no dista, en cuanto a errores y aciertos, del camino escogido por otras series que no han sido marginadas por la cadena correspondiente, sino que, por el contrario, cuentan con los privilegios de un manejo eficiente que les permite mantener estables sus niveles de audiencia. Como ser la serie más descargada en internet no les ha dejado beneficio alguno, hoy más de 200 millones de fans le decimos adiós a Héroes.

Porque todos los que se reúnan serán fuertes, y se levantarán al unísono.
Espero que todos encuentren su camino a casa.

Dynka

4 comentarios:

Dynka dijo...

=( hasta siempre Héroes...
hasta siempre...

Kenosis dijo...

Nunca una serie me dejó tanto... por el principio, por todo lo vivido y seguramente por lo bueno que vendrá, Gracias Héroes, y nos leemos por ahí... ;)

ken dijo...

La verdad ke si, desgraciadamente llego el dia ke todos siempre nos preguntabamos ¿ke hacemos si se termina heroes?
Bueno solo nos keda todos los momentos ke nos regalo la serie. con sus guiños,sus teorias,sus historias ke todos nos sentimos protagonistas en algun momento.

Los debates ke se armaban por una esena o un poder las personas ke conosimos es lo ke nos dejo... en fin
Heroes gracias por los devates compartidos los aplausos resibidos ojala nos volvamos a ver.

Anónimo dijo...

La puta madre loco, encima la mentira de la NBC se lava las manos mal, la gerenta esa dice que no vendió humo... ni cargo se hacen ya.

La verdad no queda mucho que comentar, lo que más nos deja la serie son esos memorables debates (todos válidos) acerca de los capítulos, las teorías, las charlas, el encuentro en reuniones, esta serie nos unió y todavía nos une, y siempre estará en nuestros corazones sin importar las decisiones burocráticas que puedan llegar a impedirnos al menos despedirnos de la misma...

Un abrazo enorme Héroes, y mil gracias por todo...

Hasta siempre!!

Publicar un comentario