Héroes 4x07: STRANGE ATTRACTORS

Dirigido por: Tucker Gates

Escrito por: Juan Carlos Coto

Fecha de emision: 26/10/2009

Sinopsis: Matt tomará medidas desesperadas para acabar con Sylar, que continúa atormentándolo. Mientras, Noah acude a Tracy a pedirle un favor para salvar a un joven problemático cuyos problemas se parecen mucho a los suyos. Claire y Gretchen se unirán a una hermandad, pero pronto se darán cuenta de los problemas que implican formar parte de algo nuevo que desconocen por completo.

Estrellas invitadas: Lisa Lackey, Tessa Thompson y Rick Worthy.

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A continuación, nuestra review del episodio 7: Strange Attractors

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DE VUELTA A DONDE PERTENECEMOS

by Dynka

En este capítulo la serie empieza a esclarecer mucho del enigma que se venía planteando, si bien eso no quiere decir que se empiecen a resolver los problemas de la trama, arrasando con muchas de las hipótesis especulativas creadas en torno a la mente de Parkman y la circunstancial presencia de Sylar en las escenas de este personaje. Contrariamente a lo que muchos pensábamos, parece ser que el villano no encarna un desdoblamiento imaginario del policía, ni representa la lucha interna entre su deber ser y su “yo” sino que es ni más ni menos que el auténtico Gabriel Gray per sé, lo que nos dejaría a Nathan en medio de la extraña compañía del circo Sullivan y sus peculiares integrantes, quienes estarían incurriendo en el desliz de confundirlo con el clásico relojero. Craso error para quien escribe.

No sólo porque pone punto final al debate en torno a la batalla ética que puede librarse hacia el interior de una persona promedio al haber tenido que tomar decisiones que contrariaban sus propios principios en pos de lo que en ese momento se presentaba como un bien mayor, sino porque además nos deja en medio de una serie de molestias secuenciales propias de la historia que perfilan tener solución únicamente en la infinidad de universos paralelos que este tipo de series dan lugar a crear, muchas veces solo para encontrar una respuesta que ante el público sea viable para subsanar sus propios errores. El más vistoso que se me ocurre es el siguiente: si el Sylar que vemos junto a Samuel y Lydia tiene los recuerdos de Nathan, la personalidad de Nathan, y todo lo intangible de su ser parece correspondiente a Nathan, entonces no sería desacertada la conclusión puramente deductiva de que ese personaje que vimos con sombrero juerguista reconociendo una Tracy que estuvo en su pasado es, en efecto, Nathan Petrelli. Pero ese sujeto que llegó al circo luego de haber resucitado de entre los muertos, de enfrentarse a la policía con regeneración y telekinesis, emergió del cuerpo de Nathan en el cual Matt había insertado la mente de Sylar. Y si Gabriel está ahora en la casa de los Parkman pidiendo a gritos que le regrese su cuerpo en el cual habita otro que “lo está usando sin permiso”, ¿Quién es entonces aquel que usurpa su físico? La evidencia dice que es Nathan, remitiéndonos a sus recuerdos, personalidad, etc.

Como dije en otra oportunidad, incluso antes de que Millie ordenara dar muerte al hijo de Angela, el personaje de Nathan era una extraña mezcla de la benevolencia al menos aparente del popular congresista, con los poderes malignos de quien supuestamente vivía dentro suyo sin saberlo y una capacidad para arreglar relojes que le era igualmente extraña. Pero atraer una taza ubicada en la otra punta del escritorio era prueba más que suficiente para que nos contentemos pensando en el regreso más esperado por muchos, entre los cuales obviamente me incluyo. Y ahora, tras haber sido disparado, enterrado, y rescatado, parece ser víctima de la misma confusión: aún distingue el sonido de un segundero a destiempo (recordar la escena del interrogatorio), tiene muchos de los poderes que usó hasta la temporada pasada, pero sigue recordándose como alguien que no es (¿no es?); a la vez que su “verdadera” personalidad está en la otra punta de Norteamérica rogando volver a su envase original. Quién puede explicar entonces a quién es que Matt debería empujar del cuerpo de Sylar (del cuerpo que al menos ahora luce como Sylar) para introducir a lo que resultó ser mucho más que su propio demonio. ¿Tendremos a un Sylar bifurcado por tanto conflicto cíclico, como en algún momento tuvimos a una Nikki/Jessica? Dicho sea de paso, la bilocación aparente, o la psiquis destrozada de una mujer, o el regreso de una hermana muerta o cualquier otra de las presunción que formulásemos en ese momento dado de la primer temporada, es algo que ha quedado al libre albedrío de quien ose recordar el callejón sin salida que aparentemente ya curado de lo que sea que tuviese, muere al final de la segunda temporada, para nunca más volver a plantearnos un problema similar. Hasta ahora.  Creo que como respuesta a este dilema hay una esperanza, y solo una, que podría explicar con moderada lógica lo que este episodio muestra, y tal sería que la demencia de Matt haya ganado con enorme ventaja su cordura, que las contradicciones morales hayan acabado con los vestigios del juicio que tenía al empezar este volumen, sumiéndolo en un océano de ilusiones que de ópticas pasan a tangibles para desquiciarlo por completo. Lamentablemente, lo único que parece poder resarcir lo ocurrido tendría la fatal consecuencia de aniquilar al personaje, pero las alternativas devastarían el rompecabezas que, quizás, los fanáticos quisimos armar por nuestra cuenta inventando las piezas faltantes. Por mi parte, sigo receptiva de lo que los escritores nos ofrezcan para continuar esta historia. Pero difícilmente pueda aceptar enterarme de que hay dos mentes de una misma persona que no se haya en ningún cuerpo, o que sobrevive dentro de uno que no siente como propio, pese, incluso, a serlo. Claro que el resultado de esto lo determinará también la forma en que presenten, dado el caso esa alternativa.

Uno de los más destacados aspectos de este capítulo, si bien podría no ser para muchos memorable, fue la historia de Jeremy. Sin necesidad de crear un vínculo muy afianzado con el espectador, su escena final encadenado a la camioneta logró un impacto bastante importante, suscitando muchas cuestiones que no están necesariamente directamente enlazadas con la trama de la serie, pero sí tiene mucho de aquello que siempre nos quejamos de extrañar; es una historia refrescante en la que se involucran las distintas maneras de afrontar lo desconocido, y sus funestas consecuencias, desde distintas perspectivas. El triunfo del injusto abuso de poder y de los medios ilegítimos de los que se valió la autoridad para deshacerse del brote de lo inexplorado por una porción de la sociedad que acallará las nuevas manifestaciones de la raza humana para sumirse en el tradicionalismo que la presencia de un muchacho como él habría trascendido. Puede ser este el envión que necesite más de un personaje para comenzar una nueva lucha por la igualdad de esta subcomunidad aún dispersa, que finalmente alguien tratará de unir, dispuesto a derrumbar edificios sobre sus cimientos para conseguirlo.